Los oaxaqueños tendrán justicia y verdad sobre las graves violaciones a las garantías individuales que se registraron durante el año 2006 en la entidad, aseguró ayer la comisionada de Derechos Humanos del Poder Ejecutivo, Eréndira Cruzvillegas Fuentes.
La funcionaria afirmó que para alcanzar este objetivo, se requieren crear instrumentos de estado que permitan el esclarecimiento de los sucesos acontecidos durante el sexenio de Ulises Ruiz Ortiz, así como encontrar a los responsables.
Así mismo, afirmó que ante ello es necesario realizar reformas jurídico- administrativas que permitan la consolidación de un órgano efectivo que, además de cumplir con las funciones antes mencionadas, prevenga la repetición de estos lamentables fenómenos.
"No sólo se debe garantizar la justicia para los hechos del pasado que están presentes, sino también, evitar que se registren de nueva cuenta, bajo el principio de no repetición", indicó.
La ex directora del Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos), abundó que el gobierno del estado de Oaxaca trabaja en la construcción de vías que garanticen la justicia, la verdad y la dignidad del pasado, el presente y el mañana.
La comisionada de Derechos Humanos del Poder Ejecutivo, Eréndira Cruzvillegas Fuentes, señaló que "las herencias" han dejado múltiples pendientes en Oaxaca en materia de derechos humanos, por lo que afirmó, la intención del gobernador Gabino Cué Monteagudo de transversalizar la política en esta materia, es fundamental para no repetir la violencia, que ha dejado muertos.
La egresada de la UNAM, indicó que el actor fundamental para alcanzar estas metas, son los oaxaqueños. "Es la hora de la sociedad y de los derechos humanos".
La maestra en comunicación política, apuntó que tiene la encomienda de articular todas las acciones que el gobierno del estado realiza en materia de derechos humanos.
Apuntó que, si bien existe un área que atiende el tema en la Secretaría General de Gobierno (Segego), el papel como comisionada no se contrapone a este órgano y por el contrario "coadyuva y colegia" las acciones de las diversas instancias de gobierno.
Entre las que destacó a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), las secretarías de Seguridad Pública (SSP), General de Gobierno (Segego) y otras áreas que no tienen áreas específicas, pero sí llevan a cabo actividades como Salud, Instituto de la Mujer Oaxaqueña (IMO), Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), entre otros.
"La administración busca generar un sello de gobierno que sea garante de los derechos humanos y trasversalizarlos, ya que esta ha sido una demanda prioritaria de la sociedad, es el motor del cambio", precisó.
Gobierno democrático
La defensora de los derechos humanos con una trayectoria de más de 20 años, abundó que además, permanecerá vigilante de que las políticas públicas a favor de la infancia, juventud, grupos vulnerables, cumplan los estándares internacionales.
También, dijo, realiza actualmente un diagnóstico integral en este rubro, para plasmar mecanismos de derechos humanos en el Plan Estatal de Desarrollo que permitan prevenir y erradicar la violación de las garantías individuales.
"No podemos hablar de democracia sino hay un respeto irrestricto de los derechos humanos, un gobierno democrático debe ser garante y la estrategia implementada por el gobernador es un paso fundamental", dijo.
La comisionada apuntó que en Oaxaca, existen múltiples rezagos y herencias que se deben remontar, además de la urgencia de transformar la cultura política, para convertirla en una acción colegiada.
En este sentido, sostuvo, se requiere una ciudadanía más activa y madura, que pueda generar nuevas estrategias, que se contrapongan a la confrontación, y se privilegie el diálogo.
Lo anterior, indicó, debido a que se requiere transitar con paz y democracia, mediante los acuerdos con los diversos grupos políticos y sociales. "El desafío colectivo de este gobierno, consiste en concretar las esperanzas de los oaxaqueños", concluyó.
Riesgos de los defensores de derechos humanos
La escena fue intimidatoria: unos pescados desangrados sobre su cama. La comisionada de Derechos Humanos del Poder Ejecutivo, Eréndira Cruzvillegas Fuentes, recuerda este hecho como uno de los momentos más difíciles de su vida.
"Regresaba a mi departamento en el Distrito Federal, procedente de San Blas Atempa y al entrar a mi casa encuentro eso. Me sentí vulnerable", narra la defensora de los derechos humanos.
Mientras recuerda los muchos tragos amargos que ha tenido que pasar por su vocación de defender y promover la dignidad humana, abunda que existe un peligro permanente contra los activistas.
Sin embargo, afirma que la vocación aprendida en el hogar como luchadora social es parte fundamental de su vida, a pesar de los riesgos, amenazas e inclusive asesinatos de amigos, como Digna Ochoa.
La mujer de 40 años reconoce que quienes defienden los derechos humanos, no tienen garantías y por el contrario, se encuentran más vulnerables.
por FLOR HERNÁNDEZ
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